Fonte - LEÇON DE L'ECOLE DU SABBAT
“El que encubre sus pecados no prosperara; mas el que los confiesa y se
aparta, alcanzara misericordia”
= Proverbios 28:13 = “El Señor no retara su promesa,
como algunos lo tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no
queriendo que ninguna perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”
= 2 Pedro 3:9.
El arrepentimiento y la
confesión son dos prerrequisitos que necesitamos cumplir, para recibir el poder
del ESPIRITU SANTO. Leer Hechos 5:30=32. Los
discípulos no solo predicaban el arrepentimiento, sino que también lo
experimentaban porque humillaron sus corazones y confesaron su incredulidad. El
ESPIRITU SANTO llena los corazones vaciado de ambiciones egoístas del deseo de
reconocimiento personal, y del impulso de gloria personal. El mundo ofrece una
espiritualidad falsa, mientras usa algunos de los elementos: habilidades,
idiomas de la vida espiritual.
La espiritualidad que no se
centra en CRISTO es falsa. ¿Podemos ser líderes espirituales, sino hemos
experimentado el Evangelio? ¿Podemos liderar a los que no han experimentado el
Evangelio? ¿Podemos liderar eficazmente a los que no están creciendo como
discípulos? Debemos entender y experimentar el Evangelio antes de crecer como líderes
espirituales. Debemos mantener el Evangelio en el centro de nuestro liderazgo.
Hay un mito en la oración: La
persona es espiritual, si ora bien. Cuando intento lograr por medios humanos,
lo que solo puede ser hecho por medios espirituales, desfalco la autoridad de
DIOS. Algunos saltan como ranas espirituales del culto al esperar, y del
esperar al trabajo. Cuando los tres deben ir juntos.
El arrepentimiento genuino no
lleva a los cristianos a un estado de profunda depresión por causa de su
naturaleza, o sus actos pecaminosos. La tristeza que es según DIOS, produce
arrepentimiento para salvación (2 Corintios 7:10).
y nos lleva en cambio en concentrarnos en la justicia de JESUS, no en nuestra
pecaminosidad.
Produce una “solicitud puesto
los ojos en JESUS, el autor y consumador de la fe” (2
Corintios 7:11 y Hebreos 12:2). La transformación del ser humano es un
milagro divino. La espiritualidad que no se centra en CRISTO es falsa (1 Juan 1:9). El propósito del ESPIRITU SANTO es revelar
nuestra necesidad de la gracia salvadora de CRISTO. El arrepentimiento no hace
que DIOS nos ame más, sino que nos ayuda a apreciar más su amor. La confesión
no gana el perdón de DIOS, En cambio nos capacita para recibir su perdón.
DIOS no nos ama mas cuando nos
arrepentimos, ni menos cuando dejamos de hacerlo. Su amor por nosotros es
constante. La única variable es nuestra respuesta a la obra del ESPIRITU SANTO
en nuestras vidas. Lee Hebreos 12:17. El corazón
de Esaú no se quebranto por el dolor que
su pecado había traído a la familia, o a DIOS. Su preocupación era la
primogenitura que había perdido. Estaba triste por no recibir (doble porción)
lo que había creído, que por derecho le pertenecía. Sus motivos no fueron
puros. Su tristeza fue por sí mismo.
El falso arrepentimiento se
encuentra en las consecuencias del pecado y no en el pecado mismo. El pecado
trae graves consecuencias, pero el arrepentimiento no se concentra en los
resultados negativos del pecado, sino que se preocupa por la deshonra y la
tristeza que nuestro pecado provoca a DIOS. Lee Salmos
32:1=8. La confesión abre el forúnculo de la culpa y permite que drene
el venenoso pus del pecado. Por medio de la confesión aceptamos el perdón que
CRISTO nos ofrece gratuitamente desde la cruz. La confesión es sanadora porque
permite que recibamos gracia. Sana las relaciones.
AMEN =QUE DIOS TE BENDIGA Y TE GUARDE.
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